jueves, 24 de febrero de 2011

Amor ciego



Yo veo un bombón, me da igual que el resto vea toda la caja.
En el mundo en que vivimos, parece que el aspecto externo de las cosas es lo que verdaderamente importa a la hora de juzgarlas, sin que parezca importar lo que hay detrás de esa capa superficial y, muchas veces, engañosa. Todos nosotros nos dejamos llevar por las apariencias en mayor o menor medida, pero también sabemos que queda mejor decir que miramos en el interior de las cosas o las personas. Y que conste, que no discutimos eso, pero lo que sí es cierto es que, por ejemplo, al conocer a alguien, lo primero que llama nuestra atención es la cara, la mirada, el cuerpo...y no creemos que nadie puede dudar de esto. Pero a medida que la relación con una persona se va asentando, dejamos de lado las cualidades físicas, y nos interesamos más por su personalidad, su situación personal y la manera en la que nos sentimos cuando estamos a su lado. Por eso, esa frase es tan importante, ya que supone superar el límte de las apariencias y descubrir que el interior puede sobrepasarlas con creces.

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